- Pero... si la masturbación y la pornografía producen placer... ¿Por qué son perjudiciales?
Prácticas como la masturbación buscan estimular los órganos sexuales con el fin de llegar al orgasmo. Esta satisfacción que se siente al salir la energía de nuestro cuerpo nos lleva a un terrible desgaste de fuerza y vitalidad. Es por esto que masturbarse frecuentemente genera pesadez, mala voluntad, pereza y debilidad. La masturbación también conduce al consumo de pornografía, la cual bombardea la mente con imágenes eróticas, alimenta la morbosidad y la lascivia, produce sobreestimulación de los sentidos y origina con el tiempo disfunciones como la eyaculación precoz y la impotencia.
Más adelante continuaremos informando a los jóvenes sobre los perjuicios (jojooojo) que socavan estos males.
Los saludan atte.
Juan Cruz Aravena
Cnal. Jorge Bergoglio
En los próximos días ampliaremos esta información